Los políticos ladrones e hipócritas dominicanos que juegan con el pueblo: éstos son falsos líderes, representantes de nuestra sociedad donde quiera que vayan.
En la República Dominicana, como en todas partes y lugares, surgen a diario eventos, pronunciamientos de líderes o ciudadanos, entre otras situaciones que producen noticias en los medios de comunicación. Análisis de famosos expertos en foros; parodias de comediantes, así como comentarios en las redes sociales. Claro está, dependiendo de quién o quienes sean los involucrados en las situaciones y de quién o quiénes sean los originadores de la información, serán las representaciones que se harán a los receptores de la misma. Las representaciones que nos hacen quienes originan la información son importantes para la toma de decisiones, por lo tanto, deben ser genuinas y correctas, porque de no ser así, lejos de informar, desinforman y la desinformación obra en daño para el pueblo, que es lo que verdaderamente hacen todos los funcionarios dominicanos.
Comenzando por los últimos presidentes, Hipólito Mejía, Danilo Medina y el último de los más grandes ladrones y delincuentes que ha dado el mundo, me refiero a Leonel Fernández, lobo disfrazado de angelito.
A diario, observamos ejemplos de este comportamiento. Cuando un líder político que dice ser defensor de determinada ideología o partido, objeta o critica lo que postula dicho sector y con regularidad se expresa a favor de postulados de otros sectores políticos, está haciendo una falsa representación, una tránsfuga.
Cuando un líder religioso se ocupa más de asuntos políticos como el Cardenal de Jesús López Rodríguez, que se ocupa más de asuntos ideológicos o político-partidistas que de temas espirituales y de asistencia a los más necesitados del pueblo dominicano, que no sea cuando matan un rico, por razones de la misma desigualdad social de nuestros paisanos, está haciendo una falsa representación; es un político.
Cuando un funcionario del gobierno dice que va a despolitizar su agencia y con sus ejecutorias diarias, hace los nombramientos botella, pagando salarios a gente sin trabajar, politiza más la misma, entonces está haciendo una falsa representación; es un politiquero.
Cuando personas que no han sido electos con el voto del pueblo pretenden implantar política pública y chantajean a los ciudadanos y también al presidente de la república, legítimos amenazando con descargar contra este todos el poderío de sus empresas, están haciendo una falsa representación; son fascistas.
Cuando los que se hacen llamar profesionales de la información , sólo publican parte de esta y vedan aquella otra parte que puede estar en controversia con sus fines particulares o los de la empresa para la cual trabajan, están haciendo una falsa representación como la gran mayoría de los periodistas dominicanos, que toda la corrupción del diablo pintado de angelito, o sea, Leonel Fernández, taparon para que el pueblo no lo supiera. Gracias a Dios, que contamos con una Alicia Ortega y Nuria Piera; dos caperucitas que jugaron al escondite con el lobo vestido de oveja en el bosque, para rescatar a la abuela que este tenía resguardada.
Son manipuladores de la opinión pública; la sinceridad es una buena cualidad en cualquier ser humano; independientemente de si es un profesional exitoso o un preso en la cárcel. De la misma forma, la falsa representación o hipocresía, como decimos en mi campo, en un lenguaje pueblerino, es una mala cualidad en cualquier persona; sin importar si es un líder religioso o un delincuente.
Para lograr un mejor país, una mejor República Dominicana, es imprescindible que el pueblo esté bien informado, para que los ciudadanos tengamos la oportunidad de actuar y tomar decisiones correctas, libres del germen corrosivo que es la falsa representación, es necesario que todos tengamos acceso a información cierta. Las medias verdades son mentiras porque sirven de base para sentar premisas falsas y porque éstas a su vez, conducen a conclusiones y decisiones incorrectas. Por tal razón, hoy vivimos en uno de los países más corruptos del mundo, sino, es el primero con hambre, enfermedad, falta de vivienda y de seguridad social, donde unos pocos tienen mucho y la gran mayoría no tienen nada. Pasa un tiempo y nadie sabe que en República Dominicana, el 70 por ciento vive en la extrema pobreza. Entonces, ¿es nuestro país una falsa representación?
Que viva el pueblo dominicano y los demás pueblos del mundo.
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