Justicia para los estudiantes de Ayotzinapa

Escrito el 7 de noviembre de 2014

¿Quién puede darles un abrazo de amor a todas las madres de los 43 jóvenes estudiantes? Que pidiendo el bienestar para sus clases sociales, y comunidad, sufrieron; y como siempre, esto no le gustó a los burócratas mal llamados políticos del pueblo, que lo único de pueblo que tienen es el dinero, que es su Dios, estos políticos, policías, guardias federales y quién sabe cuántos más, son mafiosos, asesinos y violadores…

Vivos se los llevaron, vivos los queremos. Estos muchachos castigados por la intolerancia, el capricho de unos pocos, deben, merecen vivir en paz y amor con Dios, el Dios bendito del cielo, no el Dios de estos “chupasangre”, asesinos.

El pueblo de Guerrero y las familias de Chilpancingo, quieren justicia para los desaparecidos. Tan culpable es la policía local comoo la federal, y el Presidente Peña Nieto, que hoy oculta la verdad con un discurso sin hechos ni acción. Señor Presidente, basta ya de mentiras, ponga la acción donde pone su palabra, que vuelvan los estudiantes normalistas a casa: vivos, sanos y salvos.

Puerto Rico y República Dominicana, lloran por la vida de los muchachos. Asi muy bien como dice la distinguida y reconocida periodista Elena Poniatowska: “Sin jóvenes no hay país y sin país, no hay nada”. Que la paz arrope las madres de todos los desaparecidos mexicanos. No tienen amor por la vida. Un presidente mafioso no conoce ni conocerá al pueblo, que sufre el abandono y la miseria.

Pienso, que estamos viviendo los peores años de la sociedad humana, donde una simple marcha de jóvenes inocentes e inofensivos, obliga a carteles de la droga y bandidos gobernadores, alcaldes y presidentes a asesinarlos. Ni en los tiempos de las más feas dictaduras como las de Somoza, Duvalier, y Trujillo, por mencionar algunos, se daban estos casos de barbarie, de crímenes contra la humanidad.

Que se levanten los pueblos contra estos asesinos. ¿Dónde están los 43 y unos más vivos? Se los llevaron y vivos los queremos; justicia en Guerrero, justicia en Ayotzinapa, justicia en Chilpancingo y justicia en todo México.

Esto pasa donde los gobiernos neo-liberales trabajan a favor como siempre, a favor de la mafia y grandes multinacionales. El gobierno local, y el Federal, incluyendo al Presidente Peña Nieto, son culpables y asesinos.

Que vivan los estudiantes, porque son la levadura, que no temen a ladrón ni policías; que vuelvan a casa sanos y salvos.

Héctor Peña, para Peña del Pueblo

Twitter: #TodosSomosAyotzinapa

La Injusticia de la Intolerancia

Escrito el 7 de noviembre de 2014

Hola, mis grandes amigos del amor, con Dios y los seres humanos, no los de mi país, República Dominicana, que están perdiendo todo. Antes, debo decir que vengo de la tierra del amor, es decir, que soy dominicano, pero con las cosas que pasan día a día, ya el mundo no sabe de dónde viene.

De la falta de tolerancia de mi pueblo, ya que ya no existen valores a la vida, ninguno; la libertad de expresión tampoco, y ni hablar de ser diferente en criterio de pensamiento, o menos, en orientación sexual. Hablamos de muchas cosas, pero los moralistas no soportan nada, que no salga de las Iglesias, especialmente católicas. Me preguntarán: “¿Por qué escribes estas cartas, o mejor dicho, estas líneas de pensamiento?”

Pues ahí le va, República Dominicana, no tiene ladrones ni prostitutas, tampoco pobres, ni carece de necesidades; la salud y la alimentación…todo está bien, ja, ja, ja, ja. También, los hombres no matan a sus propiedades, ah, digo, mujeres, pero tampoco tienen dos. A sus hij@s, le dan todo el cariño, ja, ja, ja, ja; y cuando ven algo diferente, los norteamericanos le dan el cubo de agua, el que tienen atrás, y si, es ese mismo que usted piensa, pero si es un haitiano, le dan una patada, ja, ja, ja, ja.

Esta línea es lágrima de mi corazón por la muerte de otro joven “gay” o maricón, otro pato, como le llaman los que por sus poros brotan odio, sobre estas personas diferentes a ellos en su orientación sexual. Que me atrevo a decir que son “mejor gente”, que los muy machos en la sociedad, pero más maricones que los mismos “gays” declarados. Díganme, en que familias dominicanas no hay, un ladrón, drogadicto, cuero, y si, usted sabrá o sabe lo que quiere decir cuero o maricón. No tiren piedras al cielo, cuando su techo es de cristal porque, también se rompe.

Véanme como quieran, soy defensor de los derechos humanos, amigo de los más humildes, incluyendo los “gays”. Soy amigo de los que no son odiosos, de los que sienten amor por los demás, de los que lo sufren todo y padecen todo. Vengo de un mundo diferente, donde aprendí a respetar a los demás, ya que en momentos de mi niñez, mi mamá que en paz descanse, y mi abuela igual, me hicieron cumplir una promesa por una enfermedad que adquirí: Sarampión. La promesa era, que en el momento que sanara, no me iban a cortar el pelo durante 10 años, mi cabello creció tanto, que hacían tres moños y yo era el “hazmerreír” de todos en mi barrio Los Mina, en aquella vieja calle San Vicente de Paúl, antes que del dictador Joaquín Balaguer construyera el Puente de la 17.

Por tal razón, hoy cuando en Los Mina, matan un joven por ser gay, ese joven pude haber sido yo, por ser diferente a los demás. Pero, si culpable son quienes lo matan físicamente, tanto lo son quienes lo ofenden moralmente con palabras ofensivas, y no se queda nadie en la sociedad dominicana, especialmente, la Iglesia Católica y el Diablo, digo, el Arzobispo.

Con amor, Héctor Peña, para Peña del Pueblo

Lucha por la Igualdad de Género en el Mundo

Escrito el 13 de agosto de 2014

Mientras toda la gente del mundo se divierte con la tiradera del balde de agua fría, que no sé porqué causa y fines, pero sea por lo que sea, no lo veo divertido ni productivo. Me explico: en muchos pueblos del África, como en Latinoamérica y el Caribe, hay gente sufriendo la escasez del líquido más preciado, el agua, que usted bota por demás; más allá de este mundo fanático, donde viven los que no tienen amor, ni bondad, viven seres humanos, sufriendo por todas las necesidades que le causan los bandidos que se creen Dios del Universo, reyes de la Tierra y pueden tomar todas las decisiones del mundo en que vivimos.

Hay que subir la voz en el mundo entero para que llegue la paz, y la igualdad de género.

¿Por qué digo esto? Hace días, exactamente el 4 de agosto de 2014, me tocó vivir otro momento de esos donde se me parte el corazón a causa de la injusticia. Primero, las niñas de Nigeria, después la muerte de todos los Palestinos a manos de los vil asesinos Israelitas; más luego, la invasión de los Estados Unidos a Siria; y ahora, también la muerte del joven de color Michael Brown, en el estado de San Luis.

Vamos al caso que me trae a hacer esta columna. Aquel 4 de agosto, el mes pasado, en Medellín, Colombia; un joven llamado Sergio Urrego, de 16 años se quitó la vida por la razón de ser homosexual y haber sufrido la discriminación y humillación de los compañeros de su colegio. La homofobia de todos ellos lo llevo a tomar la decisión fatal.

Quiero manifestar, que soy un defensor de todos los que sufren abuso de aquellos que se creen Dios y son malvados en la vida, y para todos, este párrafo de un humilde y amoroso amigo de los seres humanos.

Un humilde consejo: Jamás te compares con nadie, pues hasta los gemelos y los dedos de las manos son distintos; en llegando a sueldo y promociones. Todo lo bueno llegará a ti, en el momento propicio, a su debido tiempo, si es que uno hace su parte. Jamás trates de forzar los acontecimientos. Siempre la fruta se madura a su debido tiempo, ni un poco antes, ni un poco después. La vida y la muerte son temporales, pero la libertad es eterna.

Héctor Peña, para Peña del Pueblo

Amor por nuestros envejecientes

Escrito el 6 de agosto de 2014

Hoy es sábado: este día lo cogí para sacarme algo de mi cabeza; esto me llevó dos semanas escribirlo, para la sociedad mundial, que tal vez tiene el momento de leerlo.

Lloro, o mejor dicho, lloré en una de mis acostumbradas tardes de 4:00 p.m. a 5:00 p.m., escuchando un programa radial, Mesa Revuelta, y me dio pena por algo que yo sabía era una fea situación de la comunicación humana, si le puedo llamar “humana”. Una señora, la cual voy a dejar en anonimato y obviar su nombre, llamó y dijo en una ocasión al productor del programa: “Tengo 6 hijos y mi esposo es un hombre ciego por la diabetes, y yo tengo 73 años. Me siento sola. Llamo a mis hijos y nunca cogen el teléfono. Siempre me sale la grabadora; nunca puedo hablar con ellos. Me siento frustrada de tener hijos y de vivir en Puerto Rico.”

Y hoy yo dije: “¡Malditos los hijos, que olvidan a sus padres!” Gente abnegada a dar todo el amor por los suyos para cuando llegue el momento, los cuidemos; vivo por los viejos, para los viejos y por la voluntad de ellos y para esta señora, mi mensaje de amor: Viva los últimos años de vida, llena de felicidad, que aunque sus hij@s no la busquen, el señor Divino dará fuerza a usted y su esposo, para que siempre, gente con amor y cariño la cuiden con buen corazón, paz y sentimiento de hijos bendecidos por Dios, y su hij@ Jesucristo.

Amor, mucho amor, para todos nuestros “viejos, envejecientes”, de todo el mundo.

Héctor Peña, para Peña del Pueblo

Que regresen a casa las Niñas Nigerianas

Escrito el 6 de noviembre de 2014

Después de unos meses de ardua labor, trabajando con mi hijo, organizando uno de los más extraordinarios congresos deportivos, tomo nuevamente una de mis vocaciones favoritas, el escribir a nivel social y hoy voy a mencionar otra vez y sin cansarme, a las niñas de Nigeria, ya que el mundo parece haberse olvidado de ellas. De cuanto sufren sus padres sus familiares y amigos. Esto dice mucho de un gobierno o mejor dicho, de este gobierno, que al día de hoy no tiene información que puedan dar con el paradero de ellas.

A veces pienso, que las grandes potencias son cómplices de esta barbarie, porque no levantan sus voces para hacer movimientos y buscar al tal grupo, Boko Haram, para que las devuelvan sanas y salvas.

 

 

 

¿Dónde está la Organización de las Naciones Unidas, que de “Unida” no tiene absolutamente nada, cuando se trata de los pobres? Fíjense en qué momentos hablaron de los asesinatos en Palestina y, más tarde, en la Guerra de Sierra Leona, sin mencionar muchas otras atrocidades.

Pero, por favor, que las niñas se reúnan nuevamente con sus familiares. Que Dios meta sus manos y las cuide de estos grupos de bárbaros, asesinos y animales.

Con amor de mi pueblo, para mis pueblos, Puerto Rico y República Dominicana.

Que vivan todas las niñas nigerianas.

--Héctor Peña, para Peña del Pueblo