Hola. Son las 5:38 a.m. del día jueves, 18 de julio de 2013. Un día inolvidable, porque un día como hoy cumple el ser más grande de haber nacido en la Tierra: me refiero a Nelson Mandela, de África del Sur. Cariñosamente conocido por Madiba, y en honor a él, voy a hacer este escrito.
Honesto, el más grande del mundo. Tiene un corazón como nadie; sabe perdonar a los que nos ofenden y ofendieron. Cuando muy joven, le quitaron lo más divino que tiene el hombre, su libertad.
Pacífico. Tiene la mejor paz que haya disfrutado humano alguno. Estuvo días y años construyendo ese espíritu de fe.
Corazón noble. Siempre cordial ante los demás y sincero al comparar la igualdad más afable en su comunicación, para el disfrute con la ciudadanía.
Amor que no se puede comparar. Si buscamos las personas del mundo más amorosa, aquí tiene que estar Míster Mandela #1 en el más desprendido de todo lo que se pueda llamar odio, este ser nada más se puede poner al lado de Jesucristo, en compañía, para mirar el amor de los dos.
Dedicaré un poema con amor a Nelson Mandela en el día de su cumpleaños #95. No sé, pero después de Dios y mis padres, ambos, tengo como visión de amor a Madiba, Mandela. Aquí voy con este parecer de amor:
Todo está en silencio, es temprano.
Mi café está caliente, el cielo aún negro.
El mundo sigue durmiendo.
El día se aproxima,
En pocos momentos llegará el día.
Se acercará rugiendo por la vía al levantarse el Sol.
La quietud de la madrugada
Se tornará en el ruido del día
La calma de la soledad se reemplazara
Por el golpeteo rítmico del paso de la raza humana
El refugio de la temprana mañana lo invadirán las decisiones que deban tomarse
Y las obligaciones que deban cumplirse
Durante las próximas doce horas,
Quedare expuesto a la exigencia del día
Ahora es el momento en que debo tomar una decisión
Por la causa del calvario
Tengo la libertad de decidir
Así, que decido.
Elijo el amor.
Ninguna ocasión justifica el odio;
Ninguna injusticia autoriza la amargura,
Elijo el amor.
Hoy amaré a Dios y lo que Dios ama,
Elijo el gozo.
Invitaré a mi Dios para ser el Dios de la circunstancia.
Rehusaré la tentación de ser cínico,
La herramienta del pensador perezoso.
Rehusaré considerar a las personas como menos que seres humanos,
Creados por Dios.
Rehusaré ver en los problemas,
Algo menos que una oportunidad de ver a Dios,
Elijo la paz.
Viviré habiendo sido perdonado.
Perdonaré para que pueda vivir.
Elijo la paciencia.
Pasaré por los altos los inconvenientes del mundo,
En lugar de maldecir al que ocupa el sitio que me corresponde.
Lo invitaré para que así lo haga,
En lugar de quejarme, porque la espera es demasiado larga.
Agradeceré a Dios por un momento para orar,
En lugar de cerrar mis puños ante nuevas tareas asignadas,
La encararé con gozo, valor.
Elijo la amabilidad.
Seré amable con los pobres, pues están solos,
Amable con los ricos, pues tienen temor,
Y amable con los malvados, pues de tal manera me ha tratado Dios,
Elijo la bondad.
--Peña del Pueblo
Doy gracias a Dios, a mi hijo, que día a día me dan la fuerza para que todas las mañanas, al igual que a mis compañeros de trabajo, que también me impulsan. A mis familiares, amigos y a todos los que ponen su visión para yo escribir sobre la gente buena del mundo. Que viva Madiba, Nelson Mandela.
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