Gracias a Dios, la ciega justicia del pueblo de Puerto Rico puso sus ojos en la inocencia de alguien que con hechos demostró que nunca es tarde para decir “aquí estoy con la frente en alto”, como la maestra del pueblo de Guayama, que en el día de ayer, miércoles 27 de febrero, dos fiscales y un social loco, por buscar fama, en quien no debe, pero así son los que buscan la injusticia de la justicia; preparan un expediente criminal para una persona profesional sin mancha más que no sea la de ayudar a un mozalbete a buscar la educación y el bienestar a favor del mismo.
Ya es hora de darles una buena razón a éstos jóvenes irresponsables en los salones de clases que intervengan en perjuicio de los demás compañeros, si se pueden llamar así.
También llegará el momento que la ciega justicia consiga la visión para que en cualquier momento puedan pensar que Doña Aida de los Santos, acusada de un crimen que no cometió, pero el tiempo dirá y la justicia verá, lo que pasó allí. En los apartamentos del Condado, nunca han investigado al juez y mucha gente más quienes tienen dinero en este país, que hacen lo que le dé la gana. Cuando un gobernador no tiene palabra, para con su pueblo, que en las elecciones pasadas le dice que no va a aprobar la renta del aeropuerto y no puede mantener su palabra. 
El gobernador vive en el paraíso perdido; pero de dónde sale la prueba de ello; cómo sabemos si el pensamiento dominante es el justo. Honesta pregunta, la prueba viene de las vidas selectas de la gente que le rodean que no tienen pensamientos en grandes.Señor gobernador, si usted quiere casarse con la gloria, muestre su interés con el caso de Doña Aida de los Santos y ponga los ojos a este caso. Empiece ahora, exactamente ahora, a fin de descubrir cómo debe hacer para que su pensamiento gane confianza.Por favor, señor gobernador, mencione porqué tiene la justicia, que hacer su trabajo y poner su seriedad. Hay un país vecino pendiente y a este caso, que la ciega justicia consiga ojos para ver. 
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