martes, 13 de noviembre de 2012

Por amor al prójimo


Hoy, a mi cabeza llega algo, pensando en las elecciones de Puerto Rico. Pienso que las elecciones son un momento histórico para un diminuto análisis de la sociedad puertorriqueña y latinoamericana.

En un país como este, cualquier persona debe mirarse por dentro y preguntarse: “¿Quién soy yo? ¡Ah, pero soy un ser humano! ¿Tendré algo de un animal y no razono?”

Nunca antes había visto tanta injusticia en un pueblo en donde todas las esquinas hay una iglesia. Digo esto porque el 6 de noviembre, el pueblo de Puerto Rico y los Estados Unidos, eligieron nuevas autoridades para dirigir los destinos de estos países, pero lo triste es que en Puerto Rico, la sociedad da pena y vergüenza. Pueden elegir al gobernador, al representante y a los senadores, pero no pueden elegir a un joven abogado, brillante, inteligente, honorable, hombre de familia, respetable, inmaculado y lleno de honor, como lo es el señor Cox Alomar, por este ser negro.

En este país, si se puede llamar país, que todavía la gente no reconoce el valor del ser humano, de la raza o “de color”, los ciudadanos no pueden hablar de Dios y profesar a Cristo en la Iglesia porque Jesucristo, a todos los miró con amor. Cox Alomar tiene tanto valor como García Padilla y los demás.
¿Quieres una muestra más? La alcaldesa, Persa Rodríguez, que perdió su candidatura y en los carros de su pueblo andaban los simpatizantes del ganador con monos chimpancé y pancartas que decían, “¡FUERA ESA MONA!”, refiriéndose a la saliente funcionaria, que es una señora de color.  La piel está llena de identidad que probablemente el día que ella brinde amor, brillará la luz de Cristo Jesús sobre ella. 

Eso muestra que todavía queda mucho trabajo; vamos a ver cuando cambian las cosas.
Distinto a Estados Unidos, donde el racismo y la lucha contra ese tipo de discrimen se manifiestan a flor de piel, dos veces se ha elegido un presidente negro. La sociedad identifica en Puerto Rico un racismo particularmente peligroso por la falta de admisión, entonces la gente actúa desde el racismo de manera impropia. Este racismo, es aparte del clasismo rampante de la misma raza negra, porque el hombre negro que tiene dinero en la isla, no se relaciona con negros de sectores marginales como Llorens Torres, Loíza, Barrio Obrero o Cabo Rojo y el resto de los 78 municipios.

La manera en que se enseña la herencia indígena, española y negra,  muestra a los negros en una posición de inferior. Te dicen que ser negro es ser un esclavo, pero el ser negro no nos hace ser malvados o criminales, que no podemos ocupar cargos a nivel de gobierno o de agencia privada. Esa es la importancia de la lucha de los derechos civiles, que no le enseñan a los jóvenes de este país.
Yo puedo durar hablando de gente buena de la raza negra como Ruth Fernández, Betances, Antonini, Rosa Parks, Martin Luther King Jr., Alomar, Clemente, Trinidad, Cotto, las hermanas Williams, Tina Turner, el doctor José F. Peña Gómez, Romeo Santos, Sammy Sosa, Michael Jackson, Matía Mella, Ghandi, Rafael Cordero, Tite Curet Alonso, entre otras personas del ámbito artístico y profesional. 

Basándome en el artículo que conseguí en www.erroreshistóricos.com, Hamilton Naki fue jardinero en la Universidad de Ciudad del Cabo, limpiaba las jaulas del Departamento Médico y trabajó como anestesista de animales y gracias a su destreza, hizo posible el primer trasplante de corazón humano (aprendió cirugía presenciando operaciones con animales). Se le dio crédito a Christian Barnard y cuando se le preguntó a su equipo sobre Hamilton, dijeron que era un empleado del servicio de limpieza, porque era negro.

Para aquellos que sientan que ser de raza negra no conlleva ningún mérito, que sientan que son menos que los demás, los dejaré con un te amo, los amaré por siempre. Estaré siempre a su lado y lo único que les pido es que acepten mi amor. Te guardaré en mi corazón y te bendeciré por siempre. Te amaré como eres. Que me digan que sí y que me dejen amarlos a todos ustedes. Cualquier negro o persona racista, de un país bendecido por Dios, por su gente, que ponen el corazón falso en Dios y dicen que son cristianos, están muy lejos de la verdad. No importa si vienes de la China, de América o del Polo Norte. Con mi amor al prójimo incluyo a los blancos, amarillos, negros, negras, todos los colores y todas las razas. 

Viva Persa Rodríguez, una señora de honor; Viva Cox Alomar, que de ellos será el cielo.

Que vivan todas las razas del mundo.

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