viernes, 8 de febrero de 2013

Mira de frente; atiende al desposeído

clip_image002Buenos días. Como todas las mañanas salgo a trabajar barriendo la calle del Condado. En mi trabajo del municipio de San Juan camino con el corazón hecho pedazos al ver la indiferencia de los demás con sus semejantes; digo, a donde se fue corriendo una oración, que se llama amor, hace lo mismo que la gente que día a día, veo correr las calles principales de este sector adinerado de Santurce.

Ruegan por piedad a todos por cuanto, sus rostros voltean frente al hotel Marriot, y digo y menciono este centro de hospedaje, porque aquí en la acera de este lugar hay una señora y un muchacho que duermen en el piso a la intemperie y nadie le tiende la mano de misericordia. Oh, los pies de compasión. Sé que antes existió una Madre Teresa de Calcuta, pero en Puerto Rico, Sor Isolina de Ferrer. Oh, en mi país Doña Digna Peña, era esa señora que fue mi madre, que si hubieran pasado por allí, ella tuviera comida, ropa y una limpieza impecable.

Cuanto más camino en el mundo, menos veo en la gente el amor de Dios. Tal vez me estoy poniendo viejo o tal vez estoy contemplando lo que me dice un gran chico Pedro L. Ramírez, que me están llegando los años y todo me da pena o mejor digo, que pensar cuando veo tanta desigualdad social en el mundo, imbécil en que vivimos.

Soy de un mundo diferente, vengo de otro extracto social, por tal razón, tengo compasión con los demás seres del mundo hipócrita, donde hay personas que tienen coche, para pasear a su perro y no paran a darle un pan a alguien que puede ser su padre o madre, quien sabe, si maestros de sus hijos o doctora, enfermera o nuera de algunos de ellos.

clip_image004Pasar todos los días por esta calle: la calle Ashford, me da un sentimiento de tristeza, porque pienso en si puedo llamar a los que caminan, corren o transitan. Aquí gente, seres humanos y afirmo esto, ya que, pueden gastar su dinero para todos, menos para la gente. Ok, amen, su dinero es de ellos; lo que voy a decir ahora. Quiero que los puritanos de los animales o a ver si lo entienden. No soy enemigo de los animales. Esto a quien no se cómo llamarlo si seres humanos o gente, compran comida para los perros, palomas, gatos y cuanta cosa le antojan, pero no son capaces de hacerlo para un caminante de la calle, términos que uso para los deambulantes. Seres abandonados a su suerte por las autoridades, estos seres, sin casa, sin comida y mal olientes, a veces carecen de sus facultades mentales.

Donde están los servicios a las sociedades de menor ingreso que el gobierno debe de proteger? Por qué tanta promoción en un país que mira para los lados a los problemas sociales?
Sé de por si cuanto más años vivo en Puerto Rico, más cuenta me doy que aquí más vale un animal, que una gente de carne y hueso.

Si señoras o señor, cuando pueda, saque tiempo para que se pare a pensar quien es usted que no miramos al prójimo como a nosotros mismos como dijo Jesús, el hijo de Dios.

Pero, no soy de este pueblo para decirles tantas cosas, como yo quisiera, que lo único que me sale es un dolor de adentro del corazón y decirles que Dios los cuide a cada uno de ustedes. Sin amor, a los demás; sin corazón para su prójimo.

Héctor Peña – Paz, amor y salud

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